
El uso de fertilizantes o abonos es esencial en cualquier huerto urbano (o jardín) para garantizar el adecuado aporte de nutrientes a tus plantas. Este tipo de sustancias, ya hablemos de fertilizantes orgánicos o no orgánicos, tienen la misión de mejorar la calidad del sustrato de las plantas para garantizar un mejor crecimiento, desarrollo y enraizamiento.
En el mercado se pueden encontrar multitud de tipos de fertilizantes, pero ¿Cuáles son los más apropiados para nuestro huerto urbano? Lógicamente, como no puede ser de otro modo, los fertilizantes idóneos para utilizar en tu huerto urbano son aquellos de tipo orgánico, por ello vamos a centrarnos en hablar de los tipos de fertilizantes orgánicos que podrás encontrar en el mercado.

Tipos de fertilizantes más apropiados para nuestro huerto urbano
Si por algo destacan los fertilizantes o abonos orgánicos en relación a aquellos que no lo son es que los mismos han sido elaborados con materiales vegetales o animales, de modo que están 100% libres de productos o sustancias químicas, las cuales resultan muy perjudiciales, ya no sólo para las plantas, sino para los seres humanos. Dentro de los diferentes tipos de fertilizantes orgánicos se pueden encontrar los citados a continuación:
Compost
Se consigue a través de la descomposición controlada de elementos orgánicos, especialmente elementos vegetales. Puede ser elaborado en casa a partir de la basura orgánica que se genera en el hogar. Al ser un fertilizante biodegradable logra reacomodar la estructura natural del suelo.
Estiércol
Se elabora a raíz de la materia fecal que desechan los animales. La principal ventaja que es capaz de brindar el estiércol es que el mismo posee un alto nivel de nitrógeno. El más recomendado suele ser aquel que se obtiene de las ovejas.

Turba
La turba se obtiene a partir de materiales orgánicos que son expuestos a altas temperaturas y alta humedad, lo cual termina generando material en descomposición. Permite obtener un suelo mucho más fértil. Puede encontrarse turba rubia (ideal para cualquier cultivo) y turba negra (baja capacidad de absorber agua).
Abono Verde
Como bien indica su propio nombre, este tipo de abono se obtiene a través de las propias plantas, las cuales enriquecen la tierra cuando las mismas se descomponen y se mezclan con el sustrato. Aporta una buena cantidad de nitrógeno en el suelo, además de proteger el suelo de las lluvias, el sol, la erosión, etc.
Humus de lombriz
Este fertilizante orgánico se consigue gracias al movimiento digestivo de las lombrices. Ello da lugar a un material rico en nutrientes, inodoro, y de alta calidad, siendo incluso más recomendable que el propio compost natural generado en casa. Bastará con comprar lombrices y dejarlas actuar sobre la materia orgánica desechada.

Guano
Este tipo de fertilizante se realiza a base de excreciones de las aves marinas. Las aves marinas tienen una rica dieta en pescado, por lo que sus heces tienen grandes cantidades de nitrógeno y potasio que las plantas pueden aprovechar. Tan solo se deberá mezclar con el sustrato para que las plantas se beneficien de sus propiedades.