Las hortalizas y vegetales que se cultivan en cualquier huerto urbano necesitan de abundante luz solar para su adecuado crecimiento y desarrollo. La luz solar permite que las plantas puedan realizar la fotosíntesis, un proceso impensable para que las plantas conviertan la materia inorgánica en materia orgánica gracias a la energía proveniente del sol, pero ¿Qué sucede cuando se tiene un huerto urbano con mucho sol?
Como se mencionaba, el sol resulta muy beneficioso para las plantas, las cuales necesitan al menos 5-6 horas de luz solar cada día, pero en ocasiones la cantidad de luz que reciben las plantas es excesiva, sobre todo en aquellos huertos donde la luz solar incide de manera directa durante horas y horas, lo cual puede terminar echando al traste todo aquello que hayas cultivado.
Huerto urbano con mucho sol: ¿Qué podemos hacer para no arruinar nuestro huerto?
Lo recomendable es instalar tu huerto urbano en un espacio o rincón con orientación sur o suroeste, de este modo podrás asegurar las horas de sol necesarias. Si tu huerto recibe luz solar de forma directa, es ideal que te decantes por cultivar aquellas hortalizas o vegetales más resistentes a la luz directa del sol como sucede con los tomates, las zanahorias, las lechugas, los pimientos, las espinacas, las berenjenas, las judías verdes o los calabacines.
En cambio, en aquellos huertos donde la luz solar se combina son sombra o semisombra, siempre podrás decantarte por realizar el cultivo de verduras o hortalizas que no necesiten tanta luz solar y calor para su crecimiento, como sucede con las coles y las acelgas. Recuerda que si lo haces el revés es posible que tus cultivos no lleguen a buen puerto.
Deberás adaptar tu huerto urbano a tu espacio y las condiciones que tiene el mismo, de este modo te garantizarás unos mejores resultados que si te decides a cultivar cualquier cosa sin tener presente sus necesidades particulares. Aun así, a pesar de cultivar hortalizas y vegetales idóneos para verano y resistentes al calor y el sol directo, siempre se recomienda protegerlos del exceso de sol.
Lo más conveniente en estos casos es emplear una malla de sombreado que proteja tus cultivos del sol excesivo, y si son macetas fácilmente movibles siempre podrás colocarlas en una zona de sombra para que la incidencia directa del sol no termine ocasionando daños a tus plantas.
Una cosa es que existan cultivos a los que les guste mucho más que a otros el sol, y otra cosa es que sean capaces de soportar infinidad de horas de sol intenso cada día. Y es que, por ejemplo, en el caso de los tomates y los calabacines, a pesar de ser cultivos ideales para el verano y muy resistentes, si son expuestos en exceso al sol ardiente pueden terminar rajándose.
Por ello hay que ser muy cuidadosos e intentar que reciban la cantidad de luz solar necesaria diaria, pero no someterlas a mayor cantidad de sol de la necesaria, de este modo te evitarás disgustos. Ahora que sabes que hacer si tienes un huerto urbano con mucho sol, no dudes en tener en consideración estos consejos.